Este domingo no pued poneros buestra ración de post viejunos, aqui va uno mio:
Bien, todos vosotros, panda de chupacandados, estaréis flipando ahora mismo con un buen comic de superhéroes de la mano. El que no lea comic, flipará con las películas o los videojuegos.
El caso es que estoy seguro que no os habéis parado a pensar en los trajes de los superhéroes porque si lo hubierais hecho os habríais despollado de la risa.
Imaginaros Nueva York en pleno invierno. E imaginaros a Spiderman con ese traje tan ajustado (no llevará nada debajo) saltando por las azoteas a tres grados bajo cero. Si nos fijamos, ni si quiera lleva abertura en la mascara como Batman o Daredevil para poder sonarse los mocos. Estoy convencido de que entra por la ventana de su casa, mira a M.J. se quita la mascara y le dice “hola cariño” con todos los mocos colgando desde la nariz a la barbilla el guarro de él. Lo estoy viendo “es que no me puedo parar a sonarme los mocos mientras voy colgado de una red, cariño”. Lamentable.
Y claro, si hablamos del frío, que me decís de esas superheroinas como la Avispa que van todo el puto día en tanguilla aunque estén en la nieve, amos no jodas, que el pobre Capitán América, un tío de los cuarenta recién descongelado se tenia que ir pegando pollazos contra los marcos de las puertas para ver si le bajaba la hinchazón al ver tanta jamona semidesnuda. Pero claro, luego Pantera Negra, en pleno corazón de África va el tío vestido de negro y tapado de pies a cabeza, que le tenían que llamar Pantera Deshidratada. Con cuarenta y pico grados y un sol de justicia a ver quien corre por la selva cubierto de licra negra, se te tienen que cocer hasta los cojones.
¿Y lo ridículos que son algunos?
Estáis en el banco, de repente entran unos atracadores encapuchados y empiezan a gritar que si es un atraco, que si al suelo, etc… cuando de pronto, se rompe una ventana y aparece un fulano, con botas y guantes negros, mallas amarillas, top amarillo con hombreras muy grandes y negras, capucha negra y unas antenas en cada oreja… ¡Soy chaqueta amarilla, estáis detenidos! Y en ese momento, empleados, rehenes y atracadores se tiran al suelo como en la vida de Brian agarrándose el estómago y descojonándose de la risa. No me extraña que el tío se levantara de la cabeza y se dedicara a zurrar a su mujer el muy capullo, si todo el mundo se tenía que despollar de él.
Luego están otros en los que lo ridículo y lo poco funcional se combinan a la perfección:
Segunda Guerra mundial, un día lluvioso y gris, los árboles verdes, las trincheras color tierra y los militares perfectamente camuflados. Tú eres un francotirador y no te has comido una rosca en todo el día y de pronto ¡¡¡Navidad!!! Aparece un fulano con botas y guantes rojos, pantalón azul y camiseta azul y blanca. Un tío al que se le vería desde dos kilómetros y sin querer. Es tu día de suerte, ¡click-clack! ¿a quien le vas a pegar un tiro en la cabeza?
Si, lo has adivinado, al mendas de colorines… ¡espera un momento! ¿Va con él un tío que solo lleva un tanga verde?
Triste.
Muelles de Nueva York, eres un traficante de armas que estas introduciendo una partida ilegal en los Estados Unidos, tus chicos descargan el camión y has puesto vigilantes por todos los sitios para asegurarte de que no haya problemas, es noche de luna llena. De repente ves un resplandor de la ostia en lo alto de una azotea… no te lo puedes creer, un tolay vestido totalmente de blanco con capa y todo, una media luna adorna su pecho… ahí es donde le vas a dar el primer tiro. ¿Es que este tío no sabe que los ninjas iban de negro por algo? ¡Si es que deslumbra el muy cabrón!
Luego tenemos algunos que según visten ya le ves venir.
El caso de Thor. Toda Asgard llena de tíos barbudos, sucios, desdentados, vestidos de cuero, con cascos de grandes cuernos… y llega el hijo de Odin con el casco de Asterix, el traje de lunares (que parece que se va a arrancar a cantar sevillanas) y rasuradito el tío. ¿El dios del trueno? El dios del día del orgullo gay, copón… menudo piratón esta hecho, nosecuantos siglos y no se ha casado nunca, por algo será.
En fin, que los trajes de los superhéroes apestan, ya lo sabéis.