El problema de Stan Lee es que no puede estarse quieto (ni callado, pero eso es otro tema) así que, durante los turbulentos años 90, cuando fue despedido de Marvel durante cinco minutos, le sobraron cuatro para meterse en un chiringuito montado por un pájaro llamado Peter Paul, una empresa enfocada en un principio a crear contenidos de internet, principalmente webseries con nuevos personajes de Stan Lee. El invento se llamó Stan Lee Media
La cosa no fue muy lejos, entre otras cosas porque el citado Peter Paul en vez de producir contenidos se dedicó a trapichear con las acciones (lo que, años de juicios después, acabaría llevándole al talego) y la compañía acabó en bancarrota en un tiempo récord. Stan Lee salió por patas y, en otro brillante movimiento, se puso a escribir guiones para DC. Pero eso es otra historia que será contada en otra ocasión
Pero como en las mejores películas de terror el cadáver de Stan Lee Media, animado por especuladores y accionistas, resucita un lustro más tarde para seguir dando guerra. ¿Para producir webseries nuevas? ¡No, para producir demandas! El ente Stan Lee Media, basándose en un contrato viejuno y amarillento en que la persona física Stan Lee le cede los derechos de sus personajes, empieza a demandar a todo el mundo a ver si rasca algo. Entre las más espectaculares está la demanda contra Marvel, pidiendo la propiedad de los personajes creados por Stan Lee (ya sabéis...Spiderman, 4 Fantásticos, Vengadores, X-Men...) y contra el propio Stan Lee, pidiendo la propiedad de todo lo que hizo el abuelo después de que abandonara Stan Lee Media (por ejemplo... ¿conocéis Stripperella? ¡Googleadlo!)
De momento Stan Lee Media todavía no ha ganado ninguna demanda, pero siguen insistiendo. La última en la que están metidos es por la propiedad de Conan, basándose en una especie de OPA hostil que hizo Stan Lee Media contra Conan Properties Inc. hace más de diez años, cuando todavía estaba Peter Paul a bordo. Como dice Daniel Best en su último post sobre este tema Stan Lee Media ha hecho rica a mucha gente, pero todos son abogados